Valentino y Alfonsina.- Navidad

[Fotografía: Una cierta mirada]

Valentino sentado al pie de su ventana comenzó a contemplar a las personas que caminaban en la calle, con la curiosidad que tienen los niños, la inocencia de un alma pura, y la madurez de aquellos que crecieron antes de tiempo intentó entender lo que estaba viendo y escuchando.

Alfonsina encontró a Valentino tan callado y preocupado que al instante quiso saber que estaba sucediendo.

- ¿Por qué estás tan callado Valentino?. ¿Te sientes bien?.

- Si, si estoy bien, algo decepcionado nada más.

- ¿Decepcionado por qué?. ¿Alguien te hizo algo?.

- No es algo, o alguien, es un conjunto de cosas que helaron mi corazón con sólo sentarme a escuchar y mirar.

- ¿Me puedo sentar a tu lado y hablamos del tema?.

- ¿Ves Alfonsina a toda esa gente en la calle que camina sin pausa?.

- Si los veo. ¿Qué pasa con ellos?.

- Todos caminan ensimismados, nadie mira para el costado, todos se quejan de lo mismo: que el dinero, los negocios, el poder, el odio, la rutina, el trabajo, de eso que “no tienen”, la envida, todos ostentando en una especie de competencia quien compra el objeto más caro, la política, la crisis.

- ¿Y por eso estás así Valentino?.

- Estoy así por las cosas que no vi, que no escuché. Nadie pasó hablando de lo mágico y especial de estás fechas, de la familia, la importancia de un detalle de esos que salen del alma y no del bolsillo, nadie dijo que afortunado soy porque todos los que amo están bien y conmigo. Nadie mencionó que esperaba un abrazo, un llamado, una visita. Que estaba feliz porque tenía lo suficiente para ser la persona más afortunada del planeta. No vi a personas tomadas de la mano, no llegaron a mi ventana ecos de un suspiro.

Estoy así porque todo da igual, nadie se detuvo para ayudar a un chico que caminaba descalzo, ni al anciano con aspecto cansado y triste. Nadie pensó que eso que le sobra a alguien le falta.

Estoy así porque todos son demasiado grandes para creer en los reyes magos. Porque la navidad vale por lo que dejen los números, y no por su real significado. Estoy así porque nadie mencionó la palabra esperanza cuando vieron el 2009 a la vuelta de la esquina.

Estoy así Alfonsina porque no vi la presencia del amor en ninguna de esas personas que iban vestidos de seres humanos.

Los dos se quedaron en silencio y pensando. Alfonsina entendió la decepción de Valentino y siguiendo los impulsos de su corazón habló:

- Yo sé que a veces las palabras sobran, y que el silencio puede ser la mejor respuesta, pero déjame decirte que todo ese dolor, la decepción por lo que viste perdido es el mejor ejemplo de que no todo está perdido. Veo tus ojos y la magia de los reyes magos será eterna, el inicio de cada año renovará todas tus ilusiones, y la navidad está mas a salvo que nunca, porque mientras existan más seres como tu al mundo le que queda una esperanza.

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